Después de un frío invierno y en plena primavera, cuando uno se acerca a contemplar la fauna de nuestros abrevaderos, se encuentra con un sinfín de renacuajos prácticamente convertidos en diminutas ranitas (con un poco de cola) que empiezan a hacer sus primeras correrías por fuera del agua, para estrenar sus nuevos pulmones.
Muchos son los cambios que sufren los cabezones o renacuajos (metamorfosis), unos muy llamativos, como sus patas, otros que pasan más desapercibidos, como su dieta.
En esta ocasión se trata de un renacuajo-ranita rodeado de un tupido manto de lentejas de agua, que le permiten incluso pasearse por encima de ellas.
Muchos son los cambios que sufren los cabezones o renacuajos (metamorfosis), unos muy llamativos, como sus patas, otros que pasan más desapercibidos, como su dieta.
En esta ocasión se trata de un renacuajo-ranita rodeado de un tupido manto de lentejas de agua, que le permiten incluso pasearse por encima de ellas.
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